El caracol al cual perteneces
me canta que te hallas de vuelta,
allá del otro lado del océano
en el corazón donde una vez te entregué
se ha llenado ya infinitamente,
te has dado cuenta entonces
no perteneces allí,
triste por veces te sentirás,
sin embargo, eterno tu recuerdo en él quedará
en tu ruta hacia mí
cruzando el mar,
la calma, tormentas, recelo,
la inmensidad encontrarás
y cuando hayas llegado
a tu lugar primigenio,
plenitud, en verdad,
te aseguro MI ALMA
porque como yo,
ninguna.