Las pastillas para dormir pueden forzar al cuerpo hacia la inconsciencia, es verdad. Yo he dormido muchas veces en esas deliciosas almohadas azul cielo.
Pero al cuerpo nunca se le engaña realmente.
La diferencia entre el sueño inducido y el sueño natural, eventualmente se revela, como entre una aventura y un verdadero romance.
Se manifiesta en tus ojos.
El sueño actúa, en este aspecto, más como una emoción que una mera función corporal. Así como con el deseo, se resiste a la persecución.
El sueño debe encontrarte.
Nuestra vida entera está conformada por ritmos circadianos, fuerzas gravitacionales y ciclos estacionales (día y noche, flujo y reflujo, crecimiento y decadencia) de los cuales, a mi modo de ver, pueden ser repetidos en esquemas más grandes a través del cosmos. Ninguno de los cuales puede ser resistido verdaderamente, solo probados y estudiados en la Cueva de Kleitman y Platón.
Del día a la oscuridad, el cuerpo imita la conducta de la tierra en sí mismo. Tal vez éste es el por qué de las fastidiosas preguntas acerca del sueño (¿por qué duermen los humanos?, ¿por qué nos despertamos?) suenan como grandes preguntas metafísicas acerca del significado de la vida; fragmentos de un diálogo intemporal sobre la verdad y la ilusión, la consciencia e inconsciencia.
Bill Hayes.
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